La economía en la región Junín cayó -3.0% durante el 2023

- Anuncio -

Durante el 2023, la economía nacional registró una caída de 0,6%. En específico, las regiones de Puno (-7,4%), Lambayeque (-5,7%), Tumbes (-4,1%), Áncash (-3.5%) y Junín (- 3.0%) fueron las que registraron un mayor descenso el año pasado. El retroceso observado respondió, fundamentalmente, a las condiciones climáticas adversas que experimentamos y la caída de 7.2% de la inversión privada –afectada por los conflictos sociales y la incertidumbre política–.

“Ambos factores condicionaron la actividad de sectores clave como agricultura y pesca, los mismos que cuentan con un gran potencial productivo regional y son capaces de generar empleo e ingresos para la población. De hecho, este menor desempeño observado en la actividad económica podría afectar la lucha contra la pobreza en los departamentos de nuestro país”, explicó Gustavo Meza, economista de la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES).

Además de las cinco regiones que registraron las mayores caídas, las economías de La Libertad, Ayacucho, Lima, Arequipa, Cajamarca y Tacna también tuvieron un comportamiento negativo el año pasado. Entre los sectores cuyo desempeño bajó se encuentran, principalmente, Construcción, Agropecuario, Minería e Hidrocarburos y Manufactura.

Datos del INEI confirman que la economía regional retrocedió.

EXPECTATIVAS. Meza recordó que, según el Banco Mundial, el 85% de la reducción de la pobreza entre el 2004 y el 2019 respondió al crecimiento económico. A nivel de regiones, Puno fue la región que más cayó durante el año pasado y es también el tercer departamento con el mayor nivel de pobreza en todo el país (41%). Además, la economía de la región Cajamarca también cayó (-0.8%) y es el departamento con el mayor nivel de pobreza a nivel nacional (44.3%).

“Un menor crecimiento económico conduce a una disminución en la generación de puestos de trabajo, lo que implicaría que el ingreso familiar sea menor y ello, a su vez, conduzca a un estancamiento en la reducción de la pobreza. En consecuencia, las brechas de desigualdad en nuestras regiones pueden ampliarse”, indicó la especialista de REDES.

Para este año, se proyecta un crecimiento del 3% de la economía nacional. Esta expectativa se encuentra respaldada por el aumento consecutivo en enero (0,27%) y febrero (2,85%) –con respecto a las proyecciones– en la producción nacional del pasado enero.

Las estimaciones para el término del presente año apuntan no solo a una recuperación del gasto privado, sino también a la mejora de las condiciones climáticas que influyen en el crecimiento de sectores económicos primarios y no primarios. En el caso de sectores primarios, se estima un crecimiento en la actividad pesquera y agropecuaria de un 10,5% y 3,5%, respectivamente. Mientras que se proyecta un incremento en los sectores no primarios como manufactura en un 3,1% y construcción en un 3,2%.

“A pesar del crecimiento en dos meses consecutivos y la expectativa positiva para la economía peruana de este año, es importante que los esfuerzos se concentren en garantizar el clima de confianza en el país con la finalidad de impulsar la inversión privada y, así, generar más oportunidades de empleo. Abordando ello, podríamos esperar un panorama incluso más auspicioso para este año”, concluyó el especialista de REDES.