Para conmemorar este 29 de junio el bicentenario de la gesta patriótica del mártir José Olaya Balandra, los pintores Bruno Portuguez y Fanny Palacios culminan en estos días el gran mural ‘Si mil vidas tuviera…’ en el muelle de pescadores de Chorrillos.
El mural –de 15 metros de largo por 3 de alto, encargo del Sindicato de Pescadores de Chorrillos–, sintetiza la vida del mártir Olaya y la importancia de su aporte en el proceso independentista del Perú y América en las primeras décadas del siglo XIX.
Hombre sencillo, recio pescador chorrillano, en 1823 Olaya asumió la tarea de trasladar correspondencia patriota entre las fuerzas instaladas en el Callao y las que permanecían al sur de la capital.
Aun cuando la independencia del Perú había sido declarada en julio de 1821 por el libertador José de San Martín, dos años más tarde Lima aún estaba ocupada por tropas realistas. Una posibilidad de comunicación segura era, entonces, el mar.
LA GESTA. Como en una línea de tiempo, el mural de Portuguez y Palacios muestra a todo color la gesta de Olaya Balandra, desde sus inicios como pescador en la caleta de Chorrillos, hasta su actuación como emisario secreto, su apresamiento, tortura y ejecución el 29 de junio de 1823.
El relato histórico afirma que Olaya nadaba de Chorrillos hasta el Callao y viceversa transportando cartas patriotas.
El pintor Portuguez, investigador acucioso de los personajes en sus obras, refuta esa versión y explica que Olaya se trasladaba, efectivamente, entre esos dos puntos, pero lo hacía en su embarcación de pescador.
Lo que no está en duda es que cumplió un papel clave en la urgencia de comunicar a los patriotas en los extremos de Lima. Por ello, precisamente, José Olaya es patrono del Arma de Comunicaciones del Ejército del Perú. (Andina)