El presidente de la República, Martín Vizcarra, afirmó que 68 congresistas tienen procesos [judiciales] en curso en el Ministerio Público y el Poder Judicial y se preguntó si ellos también deberían ser vacados.
Fue durante su defensa por casi una hora por el pedido de vacancia que pesa en su contra y que el Congreso debate esta mañana. Estas declaraciones del mandatario generaron una reacción inmediata de los congresistas asistentes al pleno, y provocaron un bullicio que duró poco, pero que fue muy notorio.
INCERTIDUMBRE. Vizcarra Cornejo afirmó además que la procedencia de una vacancia presidencial pondría en riesgo la continuidad del crecimiento de la economía y generaría una incertidumbre en su futuro, luego de varios meses de recuperación.
Durante su derecho a defensa ante el pleno del Congreso, precisó que estos «son tiempos duros» para todos los peruanos, en especial, afecta a los más vulnerables, a quienes perdieron sus empleos y cerraron sus negocios, por lo que no se justifica «poner fin a los esfuerzos que se están realizando».
«Desde mayo, la economía estuvo recuperándose sólidamente, a cinco meses de las elecciones presidenciales ya convocadas, la situación de vacancia presidencial pone en riesgo la continuidad de esta recuperación y genera incertidumbre del futuro de nuestra economía», manifestó.
En ese sentido, explicó que una vacancia presidencial incrementaría los temores de la viabilidad e institucionalidad del Perú, «lo que traería graves costos económicos».
«Hemos trabajado por décadas para mantener una economía sana y estable, no permitamos que la incertidumbre política que tire por la borde años de duro trabajo y esfuerzo de todos los peruanos y, menos aún, en medio de una de las más graves pandemias de la historia mundial», refirió.
Añadió que el perjuicio de una vacancia no para el Presidente de la República, sino a todo el país porque lo conduciría «a un escenario de imprevisibles consecuencias».
«Lo peor que podemos hacer justo ahora, es sumergir al país en terreno de mayor agitación e inestabilidad, entrar a un proceso de incertidumbre donde nadie sabe qué ocurrirá, coloca a todos en una situación incierta y compleja. Eso lo entienden los gobernadores regionales y alcaldes del Perú, así como el agricultor y el poblador del país», agregó.