Han pasado diez días desde que la profesora Liz Victoria Lindo Samaniego, de 54 años, desapareció en las alturas del distrito de Santo Domingo de Acobamba, y la incertidumbre crece con cada amanecer. Las jornadas de búsqueda, encabezadas por miembros del Ejército, pobladores y autoridades, se intensifican sin descanso, pero hasta el momento no se ha hallado rastro alguno de la docente.
Las patrullas recorren a diario diversos sectores, y llegaron a Huachicna, un terreno difícil, marcado por abismos y zonas de densa vegetación. Por esos sectores las brigadas de búsqueda recorren cada sendero por donde podría haber pasado la docente con la esperanza de hallarla, pues sus familiares y colegas que no pierden la fe.
El Gobierno Regional de Junín, a través de la Gerencia Regional de Desarrollo Social, se ha sumado con apoyo de víveres para los pobladores, junto a la UGEL Huancayo y la Asociación de Docentes del Nivel Inicial, que acompañan las labores. Todos mantienen la esperanza de encontrarla pronto, pero la desesperación va en aumento según pasan los días.
Liz Lindo no solo era una maestra, sino también guía y amiga en su comunidad de maestros. Su nombre es voceado con fuerza entre los cerros por donde es buscada con la esperanza de ser encontrada y regrese a su casa, porque -como dicen sus colegas- “no se puede perder la voz de quien dedicó su vida a enseñar”.
