El contralor general de la República, César Aguilar Surichaqui, llegó a la región Junín para encabezar una serie de intervenciones orientadas a verificar la prestación de servicios de salud y supervisar el avance de obras públicas. La finalidad de estas acciones es identificar riesgos, corregir deficiencias y fortalecer la capacidad de las entidades para brindar servicios de calidad y con mayor eficiencia a la población.
La jornada de control inició en la provincia de Jauja, donde se revisaron dos proyectos de gran impacto local. El primero fue la obra de “Mejoramiento del servicio de movilidad urbana en las vías locales de los jirones Colina y Acolla”, a cargo de la Municipalidad Provincial de Jauja, cuyo presupuesto supera el millón de soles. Allí se constató que, pese a registrar un avance físico del 60 %, la ejecución se encuentra retrasada debido a tres suspensiones de plazo aprobadas en el proceso contractual.
Posteriormente, Aguilar Surichaqui inspeccionó la obra “Mejoramiento del terminal terrestre de Jauja”, valorizada en más de S/ 13 millones. En esta fiscalización se detectaron graves deficiencias: falta de mantenimiento de la infraestructura, cámaras de vigilancia inoperativas, ausencia de barandas de seguridad en zonas críticas, señalización insuficiente y cables eléctricos expuestos. Estos riesgos, advirtió la Contraloría, afectan la calidad del servicio y comprometen la seguridad de los usuarios.
“Se intensificarán las acciones de control a estas obras de impacto para la ciudadanía, a fin de contribuir con su ejecución de manera eficiente, transparente y oportuna”, señaló el contralor.
En paralelo, otro equipo de control encabezado por el subgerente de Control Salud, Aron Yorges Ávalos, supervisó el Hospital Félix Mayorca Soto de Tarma. La verificación se centró en el abastecimiento de medicamentos y en la operatividad de equipos médicos. La intervención reveló fallas críticas: equipos de esterilización, máquinas de anestesia y una mesa quirúrgica se encontraban inoperativos. Además, varios dispositivos requieren mantenimiento urgente o su reemplazo por antigüedad. Estas deficiencias, concluyó la Contraloría, ponen en riesgo la calidad y seguridad de la atención en salud que reciben miles de pacientes de la provincia.