Cerca de 1.800 personas murieron por un devastador terremoto de magnitud 7,8 que sacudió el lunes el sureste de Turquía y el norte de Siria, y cuyos temblores se sintieron incluso hasta en la lejana Groenlandia.
En Turquía, donde se registró el epicentro del sismo, al menos 1.014 personas murieron, según el último balance comunicado por el organismo público de gestión de catástrofes. Además cerca de 5.400 resultaron heridas, de acuerdo con el presidente Recep Tayyip Erdogan, quien agregó que unos 2.818 edificios se derrumbaron.
En la Siria vecina, el temblor causó al menos 783 muertos y 2.280 heridos. El ministerio de Salud sirio informó de 403 personas muertas y 1.284 heridos en las zonas bajo control del gobierno en este país en guerra. Los Cascos Blancos, que operan en las partes de Siria en manos de los rebeldes, indicaron que hubo al menos 380 muertos y más de 1.000 heridos en esos sectores.
Este sismo, es el segundo más fuerte que ha sacudido Turquía en el último siglo, y debido a que los trabajos de rescate están en marcha no quiso dar una cifra total de posibles víctimas.
«Es el segundo más fuerte desde el terremoto de Erzincan de 1939. Según las últimas evaluaciones es de 7.7. Hay graves daños también en las zonas vecinas de Siria», dijo el presidente turco.
Las bajas temperaturas y la nieve en la zona, donde también hay territorios montañosos de difícil acceso, complican las tareas de rescate.
Erdogan señaló que se habían registrado derrumbes o daños graves en más de 2,800 viviendas y que se había conseguido rescatar con vida a 2.470 personas de los escombros.
La fuerza del terremoto la situó en 7.8 el Servicio Geológico de Estados Unidos, mientras que Afad lo establece en 7.7. (Andina)