La facción armada del grupo islamita Hamás amenazó con atacar nuevos objetivos en Israel, luego de que la mayoría de los 800 cohetes lanzados fueran interceptados.
Hamás continuó con sus ataques contra la población de Israel, pero éste interceptó a través de su sistema de Cúpula de Hierro, casi todos los proyectiles, pero acabó con la vida de seis personas, una de ellas adolescente.
La represalia de Israel no se dejó esperar y golpeó la cúpula del movimiento y objetivos militares de las milicias, con un saldo de 48 palestinos muertos, entre ellos 14 niños y tres mujeres.
De acuerdo a versiones de Hamás, 500 locales fueron bombardeados, entre ellos 52 locales gubernamentales, puestos policiales y locales del grupo islamita.