Por humanidad extiendo mis condolencias a la familia Fujimori. Sin embargo, su muerte debe recordarnos hechos fatídicos de la década de los 90 en el país, como las esterilizaciones forzadas. Estas ligaduras de trompas fueron realizadas en zonas de extrema pobreza. Los médicos eran obligados a alcanzar un número determinado, por lo que estos se esforzaban en manipular e influir en los pacientes, la mayoría de las veces analfabetos.
El autogolpe de Estado con el que eliminó al Congreso legítimo y el uso de escuadrones de la muerte, donde hizo uso de la fuerza generando efectos colaterales. Cambió la Constitución de 1979 con el fin de redactar una nueva a su conveniencia, introduciendo la reelección presidencial, entre otros intereses subalternos.
En el tema de la corrupción, que caracterizó su gobierno, juntamente con el personaje oscuro que fue el que creó una compleja red que abarcaba a toda la sociedad. Se trata de Vladimiro Montesinos, jefe de inteligencia y brazo derecho del dictador Alberto Fujimori. Donde jueces, empresarios, periodistas y otros personajes importantes de la sociedad, se vieron involucrados en este entramado de corrupción, estas fechorías eran el denominador común, faltaría líneas para seguir describiendo las atrocidades y el rompimiento del estado constitucional.
La muerte de Alberto Fujimori: Sería el cierre del capítulo del fujimorismo en la política del país. El líder histórico del fujimorismo se había inscrito en Fuerza Popular y no descartaba una postulación en las próximas elecciones.
A los 86 años, Fujimori cierra un capítulo en la historia política reciente del país, es casi imposible que remonte el liderazgo y la figura mesiánica del fujimorismo con alguno de los herederos, tras saber que la Sra. Keiko Fujimori utilizaba constantemente la figura paterna para sacar réditos políticos, ahora Alberto Fujimori deja un vació y que en el tiempo se irá diluyendo y en el próximo quinquenio podríamos presagiar ya una lid electoral sin la figura Fujimori.